Las condiciones extremas del clima, incluyendo las altas temperaturas, pueden poner en riesgo el buen funcionamiento de tu vehículo si no tomas las precauciones debidas. ¡Lo último que deseas es que tu auto se averíe bajo el sol abrasador!
Aunque muchos seguro de auto te ofrecen asistencia en caso de accidente o descompostura en plena carretera, mantener tu vehículo en óptimas condiciones podría evitarte este tipo de contratiempos.
Los consejos a continuación te ayudarán a preparar tu auto para que este verano puedas conducir con seguridad y disfrutar de la carretera sin preocupaciones:
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Revisa el sistema de enfriamiento.
El calentamiento del motor es la falla
mecánica más común durante el verano. Limpia y remueve los escombros del radiador y el condensador del aire acondicionado. Comprueba que el nivel del refrigerante sea adecuado y que la tapa del radiador no esté desgastada o dañada.
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Mantén las llantas en buenas condiciones.
Ahorra gasolina revisando que la presión de aire sea la correcta. Verifica que no tengan desgaste o daños indeseables para evitar accidentes y llantas ponchadas.
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Confirma los niveles de los líquidos,
incluyendo el aceite del motor, de la transmisión y el líquido limpiador del parabrisas. En el caso del aceite del motor, revisa su nivel cada mes y reemplázalo a intervalos regulares utilizando un aceite que tenga el peso y viscosidad correctos para tu auto.
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Verifica el sistema eléctrico.
Repara cualquier cable dañado o desconectado y limpia la corrosión en las terminales de la batería. Comprueba que todas las luces del vehículo funcionen correctamente.
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Considera polarizar tus ventanas
para mantener la temperatura más baja en el interior del auto. Ahorrarás gasolina al utilizar menos aire acondicionado.
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Utiliza un cubre parabrisasmientras tu auto esté estacionado para prevenir que el volante y los asientos de cuero se calienten con el sol del verano y te quemen al subirte a tu automóvil.
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Lleva el auto a un mecánico
para una revisión completa, sobre todo si planeas un viaje largo en carretera. Confirma que los frenos estén funcionando, los niveles de los líquidos sean los correctos y que no haya fugas en el sistema de enfriamiento.
Los viajes familiares son más comunes durante el verano, por lo que es el momento ideal para platicar con tu
agente de seguros y comprobar que cuentes con una cobertura que te permita disfrutar de tus aventuras en carretera con paz y tranquilidad.