Con tantas opciones de cobertura, elegir un buen seguro de auto puede ser un proceso confuso y abrumador. Esto se complica aún más por la existencia de información incorrecta sobre la forma en que el seguro protege a los conductores.
Para tomar una buena decisión al adquirir tu póliza, es importante distinguir entre el mito y la realidad. A continuación encontrarás algunas creencias falsas sobre el seguro de auto y las verdaderas razones por las cuales una póliza es tu mejor aliado en la carretera.
FALSO: el seguro de auto es opcional.
VERDADERO: aunque varía de un lugar a otro, cumplir con los requisitos mínimos del seguro de auto es una obligación legal en los Estados Unidos. Sin embargo, la cobertura básica que exige la ley no siempre es suficiente para protegerte. La falta de un seguro adecuado podría resultar en grandes pérdidas financieras para ti y tu familia, por lo que es importante averiguar todas tus opciones de cobertura.
FALSO: tu historial de crédito no afecta el costo del seguro.
VERDADERO: : a cada conductor le es asignado un puntaje del seguro que se basa en su situación crediticia. Muchas compañías de seguro toman en cuenta este puntaje a la hora de comprar, modificar o renovar tu póliza. Esto quiere decir que si mantienes un buen historial de crédito, probablemente pagarás menos en tu seguro de auto.
FALSO: el color del vehículo determina el precio de una póliza.
VERDADERO: existen muchas características del vehículo que afectan el costo del seguro, pero el color no es una de ellas. En cambio, el precio, marca, modelo, antigüedad, tamaño del motor e historial de seguridad del vehículo son características que sí podrían modificar las primas de tu seguro. Toma en cuenta todas estas características al comprar un auto para calcular cuánto costará asegurarlo.
FALSO: un seguro estándar protege mi auto en caso de robo, vandalismo o daños por incendio, inundación o granizo.
VERDADERO: para proteger tu auto contra estas situaciones, es necesario contar con la cobertura completa y cobertura contra choque. A pesar de su importancia y utilidad, ambos tipos de cobertura son opcionales, por lo que es un error asumir que se incluirán automáticamente en tu póliza. No olvides platicar con un agente de seguros para verificar que cuentes con toda la protección que necesitas.