¿Por fin encontraste la casa de tus sueños? ¡Felicidades! Estás a punto de convertirte en propietario de vivienda. Pero antes de cerrar el trato, probablemente necesitarás algún tipo de préstamo o financiamiento para la compra de una vivienda, conocidos como hipotecas.
Existen distintos tipos de hipoteca y la mejor opción dependerá de tus necesidades y situación financiera. Para que puedas tomar una buena decisión, aquí te explicamos cómo funcionan y qué opciones hipotecarias existen.
La mayoría de las personas no cuentan con los recursos suficientes para comprar una casa propia, por lo que necesitan el apoyo financiero de algún tipo de préstamo.
La hipoteca es un préstamo a largo plazo y con baja tasa de interés que se otorga para la compra de una casa. Estas características la convierten en una buena herramienta financiera para quienes puedan cumplir con los pagos mensuales.
Toma en cuenta que existen varias opciones de hipoteca, por lo que debes averiguar cuáles se ajustan mejor a tu presupuesto y planes futuros.
No todas las hipotecas son iguales. Podrían variar de acuerdo a la tasa de interés y a la forma en que debes abonar el préstamo. Los principales tipos de hipoteca incluyen:
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Hipoteca de tasa fija:
la tasa de interés será la misma hasta que se salde el préstamo. Por lo tanto, el monto de tus pagos mensuales no varía.
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Hipoteca de tasa ajustable:
tiene una tasa de interés inicial que puede aumentar o disminuir según las tasas prevalentes en el mercado. Esto quiere decir que el monto de tus pagos mensuales puede variar de acuerdo a la tasa actual, dentro deciertos límites.
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Hipoteca de pago global:
la tasa de interés suele ser baja y los pagos se calculan como si se tuviera una hipoteca con un plazo de 30 años. Sin embargo, después de cierto período (generalmente 5, 7 o 10 años), el saldo total de la hipoteca vence de una sola vez. En ese momento, debes liquidar el préstamo o refinanciarlo.
Cada tipo de hipoteca tiene ventajas y desventajas. La mejor opción depende de tu capacidad para cumplir con los pagos mensuales y saldar la deuda a tiempo. Para obtener la mejor hipoteca posible, asegúrate de comparar diferentes opciones y negociar los términos del préstamo.
Una vez que consigas una hipoteca y cierres la compra de tu nuevo hogar, no olvides platicar con tu agente de seguros para proteger tu patrimonio con un buen seguro de casa.