La cobertura contra todo riesgo cubre daños causados a tu auto aunque no hayas chocado. Algunos de esos daños pueden ser:
- Tormentas y catástrofes naturales, como tornados, huracanes o terremotos
- Robo o vandalismo
- Ventanas o parabrisas rotos o destrozados
- Daños causados por algún animal
- Objetos que pudieran caer sobre tu carro
La cobertura contra todo riesgo tiene un deducible. El deducible es el monto que tú pagas de tu bolsillo para cubrir parte del daño. El resto generalmente lo paga tu póliza hasta el valor real en efectivo de tu carro. Los deducibles suelen ser entre $0 y $1,000 y normalmente cuanto más alto el deducible, más baja tu prima. Cabe mencionar que el valor real de tu auto toma en cuenta ciertos factores: el año y condición, así como el precio al que lo compraste.
Ojo: Si el valor del carro es menos o casi igual que el deducible, es posible que no necesites la cobertura contra todo riesgo. Tu agente de Allstate te puede asesorar y explicar cómo funciona la cobertura contra todo riesgo.
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